Deberías cambiar de hábito de vez en cuando, consumirme por unos días hasta que nos enamoremos aunque sepamos que esta prohibido, enamorarnos y perdernos en tus sabanas blancas, en ese sillón rojo de tu sala, en la barra de mi cocina, en el pasillo antes de llegar a tu apartamento, en mi cama o en la tuya, donde sea pero perdernos por una noche, un día o dos...o por toda la semana.
martes, 7 de marzo de 2017
Deberías consumir algo mas que no sea cigarro...
Deberías cambiar de hábito de vez en cuando, consumirme por unos días hasta que nos enamoremos aunque sepamos que esta prohibido, enamorarnos y perdernos en tus sabanas blancas, en ese sillón rojo de tu sala, en la barra de mi cocina, en el pasillo antes de llegar a tu apartamento, en mi cama o en la tuya, donde sea pero perdernos por una noche, un día o dos...o por toda la semana.
lunes, 6 de marzo de 2017
Con la cama desatendida
Hoy te escribo mientras duermes, callada y a mi lado, entre sabanas desatendidas después del desenfreno de hace unas horas, con tu silueta metida entre las sabanas y tus pechos haciendo dos pequeñas montañas entre las que me perdería con gusto.
Me encanta buscar tus caricias por debajo de las sabanas como no sabiendo que es lo que inicio cuando realmente espero ansioso tu clímax, te ves tan sincera como solo la desnudes te permite mostrarme.
Hoy no quiero que despiertes, quédate quieta por unas horas para poder admirarte, tratar de describirte aunque se bien que eso no es posible pues no hay palabras que describan como tal tu cuerpo recostado a mi lado, por fin, antes de que abras los ojos correr a la cocina, preparar tu desayuno favorito, que me recibas en la habitación preparándote para irte, y yo, sin poder controlar mis instintos vuelva a meterte entre las sábanas, solo para probar tus labios una vez mas.
Me encanta buscar tus caricias por debajo de las sabanas como no sabiendo que es lo que inicio cuando realmente espero ansioso tu clímax, te ves tan sincera como solo la desnudes te permite mostrarme.
Hoy no quiero que despiertes, quédate quieta por unas horas para poder admirarte, tratar de describirte aunque se bien que eso no es posible pues no hay palabras que describan como tal tu cuerpo recostado a mi lado, por fin, antes de que abras los ojos correr a la cocina, preparar tu desayuno favorito, que me recibas en la habitación preparándote para irte, y yo, sin poder controlar mis instintos vuelva a meterte entre las sábanas, solo para probar tus labios una vez mas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)