domingo, 13 de enero de 2019

He llegado a la conclusión de que un cigarrillo debe hacer bien, para matar tu ausencia, ocultar tu olor y sobre todo sofocar tu recuerdo, ese intercambio silencioso entre yo. el aspirar y expirar el dulce humo que te va sacando dentro de mí poco a poco.
No te equivoques, no es cuestión de querer si no de necesidad el querer asfixiarte, que te esfume entre el tiempo que terminó de fumar y sigo con mi rutina, que ya no te necesito, ni te pienso como antes, que eres más efímero que el fumar de este cigarrillo que me implora serenidad, paz pero sobre todo muerte ante mis labios. 
Que quiere y no quiere  volver a olfatear tu sexo, saborear tus jugos y penetrar tus nervios, estimular tus sentidos y jugar tu juego.