A tres cuartos de tu habitación no puedes ver ni sentir mis pensamientos, no quiero crear un simbiosis contigo, pretendemos querernos solo de vez en cuando y a veces, solo a veces cuando quieres, cuando quieres soy todo lo que una ves esperaste y a veces, cuando quiero lo acepto. Me ciego ante la idea de que eres lo que quiero, pero aún así no lo que necesito, pretendes quererme algunas veces a la semana, por chat, por mensajería, pero no por presencia, te buscó y te escondes, incluso a veces te recorres para que yo vaya como desesperado detrás de tu presencia, no encuentro tu esencia e intentado acoplarme a tu forma de ser. a tus berrinches extraños, al hecho de que no seas como me había imaginado, incluso al hecho de que ni si quiera seamos algo más que amigos.
En tres días quizá el cuarto ya no estaré para ti, debo aceptar que soy vulnerable a tu olor, tu mirada y tu sonrisa, pero a pesar de todo eso, juro que no vuelves a escuchar mi voz.
