lunes, 6 de marzo de 2017

Con la cama desatendida

Hoy te escribo mientras duermes, callada y a mi lado, entre sabanas desatendidas después del desenfreno de hace unas horas, con tu silueta metida entre las sabanas y tus pechos haciendo dos pequeñas montañas entre las que me perdería con gusto.

Me encanta buscar tus caricias por debajo de las sabanas como no sabiendo que es lo que inicio cuando realmente espero ansioso tu clímax, te ves tan sincera como solo la desnudes te permite mostrarme.

Hoy no quiero que despiertes, quédate quieta por unas horas para poder admirarte, tratar de describirte aunque se bien que eso  no es posible pues no hay palabras que describan como tal tu cuerpo recostado a mi lado, por fin, antes de que abras los ojos correr a la cocina, preparar tu desayuno favorito, que me recibas en la habitación preparándote para irte, y yo, sin poder controlar mis instintos vuelva a meterte entre las sábanas, solo para probar tus labios una vez mas.



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