jueves, 6 de diciembre de 2018

Alejate, cuando encuentres estabilidad y a quién amar alejate, ni siquiera digas adiós, esfumate como el humo del cigarro, como la noche cuando duermes, no voltees a ver atrás, ni siquiera para sonreír al pasado, que todos los momentos que estuvimos juntos se queden así, inamovibles, efímeros pero sobre todo muertos.

No quieras entablar una conversación cotidiana pues será tarde, no me mirés, si me reconoces por la calle no levantes animada tu mano intentando saludarme, si te veo ignoraré todo de ti, tu figura, tu estatura, tu peso, tu aroma, tus besos y sobre todo tu tacto.

Aunque sienta que me queman las ganas de sentirte junto a mi de nuevo no lo haré, esperaré paciente a que tu fantasma no aparezca, que te desvanezcas de nuevo en la niebla de mis recuerdos y te hundas para siempre en las aguas de mis remordimientos.

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