domingo, 2 de octubre de 2016

Hoy tengo ganas de ti o de un café...lo que llegue primero.


Extraño mi café conmigo mientras escribo, pero al mismo tiempo te extraño,  mientras pienso que extraño mas me voy acercando a la cafetera, si en ese momento hubieras dejado que nuestro acercamiento hubiera durado un poco mas, quizás en este momento no estaría teniendo ganas de ti, ni de este estúpido café que sabe a mil demonios, si, no te tengo a mi lado, así, quieta, pero con ese brillo en tus ojos que reflejaba amor, desesperación e ilusión, como quien juega con juguete nuevo, se aburre y después lo abandona.

Y yo sigo tomando este maldito café, no sé siquiera porque, quizás escondo mis ganas de verte detrás de esta maldita taza marrón, marrón, o el marrón de tus ojos que me hipnotizaba esa tarde de otoño cuando ya no había hojas en los árboles ni pájaros cantando y todo estaba en silencio, el instante perfecto para nosotros, pero dejaste que fuera efímero y quedará abandonado, para solo sonreírme y dejarme de pie debajo de ese árbol, seguramente tu sabes lo que hubiera pasado, y yo escribiendo aquí mis miles de teorías....mis miles de ganas de verte y dejar de extrañarte, sustituyéndote con este maldito café que sabe a mil demonios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario